28 mayo 2005

Bloggearse o morir.

Es algo que tenía que llegar con el tiempo. Estadísticamente, era una verdad obvia, aunque me resistiera a creerlo. Hoy me he dado cuenta de que la explotación a la que me someten mis jefes tiene una consecuencia positiva: soy uno de los pocos que bloggean en fin de semana. Bueno, sí, de acuerdo... esta afirmación no se basa en una extensa tradición de actuaciones impecables, pero sí es verdad que la cosa degenera lo suficiente en el trabajo como para que os eche unas palabras, que, como ya sabéis, para eso me pagan. O eso o es que no tengo vida, que también podría ser, me temo.

Resulta, que bastante aburrido aquí frente al ordenador, me he hecho otra ronda por mis blogs habituales, ya que hace unos días descubrí alguno más que curioso, como por ejemplo el de Covadonga o el de Maripilix, ambos enlazados desde Las Heliotagóricas. Todavía me sorprende cómo el sistema de "el amigo de un amigo" funciona, y cómo lo utilizamos para establecernos, proveernos y extender nuestra influencia a este medio virtual. El hecho de que algunos creamos que enriquece nuestras vidas conocer las de otros supongo que no es más que accidental, ¿verdad?. Un efecto secundario de la necesidad egoísta de que nos valoren y conozcan.

He entrado en esta dinámica de pensamiento un tanto dura a lo largo de mi ciber-excursión de esta tarde. Del mismo modo que el descubrimiento de esta tarde sobre mis hábitos bloggeros, el segundo de hoy era de ese tipo de cosas de las cuales conoces la existencia a ciencia cierta, pero esperas que nunca aparezcan. Hasta que te las encuentras de frente y entonces te dices a ti mismo que odias llevar razón, pero era de esperar.

Al parecer hay un tal individuo que disfruta juzgando los blogs de los demás con una sección permanente en su propia bitácora que indica los que le han caído en gracia y los que no, mediante el originalísimo método de suben/bajan, como hace la revista de Ana Rosa, el Diez Minutos o el panfleto de las marujas de mi barrio, que están demasiado organizadas para mi gusto, por lo que se ve. No es que pretenda descalificar el trabajo de Borjamari, Bob me libre, pero si él se permite creer que puede decir a la gente qué leer (o incluso creer que a la gente le interesa), yo puedo permitirme creer que precisamente está cayendo en la dinámica de "clanes", "lados" y "bandos" que tanto, y de forma tan jodidamente condescendiente, critica (a mí me saca de quicio la gente que está en "otro nivel", ¿a vosotros no?). Ahora que lo pienso... yo también lo estoy haciendo, pero yo nunca dije que fuera infantil, de hecho, lo encuentro bastante divertido. Lo siguiente será jugar a indios y vaqueros y al "y tú más", así daremos un nuevo paso hacia la integración en este país de sobraos.

Por supuesto, todo lo anterior puedo permitírmelo porque no soy una superestrella bloggera ni pretendo serlo (las divas estamos por encima de eso, je je) y lo que diga la gente de mi blog me la trae al pairo (que para el que no lo sepa es un estado de calma chicha), a menos que me guste lo que digan y me alegren el día (guiño - guiño).

Pasado el arrebato belicoso, os recuerdo que las opiniones son como el culo, que por supuesto tengo la mía y que el botón con la gran X roja existe para utilizarlo en caso de necesidad. Tomaos lo que aquí se dice con una pizca de humor (unos pinchitos y algo de buena compañía también ayudarían lo suyo) y pensando que no soy demasiado estable mentalmente. Eso sí, recordad que los que os dicen qué pensar, qué leer, cómo vestir o hacia donde mirar cuando estáis a cuatro patas necesitan un abrazo más que nada en el mundo. Este ha sido mi sermón paternalista e impertinente de hoy, que ustedes lo disfruten.

Buenas noches y Saludos Peludos.

Diego.

6 Opinaciones:

Anonymous Anónimo dijo...

Pues yo aún sigo de luto por el mes de chupiembre.

José Enrique

11:49 p. m.  
Blogger Didacsoy dijo...

Sí, fue una gran pérdida... desde entonces hay un desequilibrio terrible en La Fecha.

No tengais prisa. La prisa lleva al estrés, el estrés lleva a la hartura, la hartura lleva a los fines de semana, los fines de semana llevan a los puentes, los puentes llevan a las vacaciones... y las vacaciones llevan al reverso tenebroso de La Fecha.

1:26 a. m.  
Blogger Didacsoy dijo...

Es curioso que me lo preguntes, esta noche empezan unas mini-vacaciones en el trabajo. He decidido aprovechar que el año pasado trabajé como un cabrón y me voy a coger unos días para los exámenes XD

11:18 a. m.  
Blogger Didacsoy dijo...

Antes no estaba, pero ahora estoy. Decíme en qué puedo servirte...

11:24 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Olé ese arte! jeje gracias por la visita y los ánimos, nunca había visto tu blog antes, me gusta mucho tu frase "es difícil ser una persona no-fácil", más razón q un santo oye...
saluditos!!

12:03 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

supongo q lo del msn-direction es a didacsoy, por cierto yo tb empleo las vacas en estudiar, o por lo menos cuando tengo trabajo sí... ;)

3:23 a. m.  

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