07 junio 2005

Más cosas

Hoy es tarde y estoy agotado. He estado leyendo un par de blogs que me han encantado. Son hilarantes los dos, pero el segundo, me ha tocado algo dentro. Supongo que todos llevamos en nuestro interior (en mayor o menor medida) la lucha entre el individuo y la masa que decía Ortiga y Cassette: no quiero ser masa, pero supongo que ningún individuo quiere serlo y aspira a destacar. En principio, el mero hecho de plantearse esta cuestión ya nos libra del mar de las masas, pero si todos tenemos esa misma inquietud, ¿no seríamos todos iguales y por tanto alguna clase de masa? Es una paradoja que nunca logré resolver, al menos no a nivel teórico.

Que sea tarde es culpa de El Teleoperador, no he podido por menos que devorar todas sus llamadas, de donde he sacado este enlace: El Pringao. Hace unos meses que leí por casualidad este artículo en su versión original (en inglés), pero he pensado que a más de uno le haría gracia leerlo, sobretodo por la verdad que encierra.

Decía que además de ser tarde, estoy bastante cansado. La causa de eso es el blog de Fuckowski, que me ha hecho pensar mucho y muy duro sobre muchas de las cosas que me han pasado durante los últimos 7 añitos. Creo que no ha sido casualidad que haya leído la historia de "Alas de Barro" en último lugar, como si fuera un colofón que algún hado manipulando las leyes de la causalidad hubiera colocado al final de las revelaciones Fuckoswkianas a modo de moraleja. Ahora me siento extraño, pues aspirar al mismo destino que F. se me antoja como otro intento de desmarcarse ("sí, ya veo, eres diferente... como todos los demás") y aún no sé si es genuino o un simple reflejo de la condición humana. Supongo que en eso consiste mi viaje, y emprender el camino es el primer escollo a superar, vaya que sí.

Tomo nota de la sugerencia de J.E. voy a introducir alguna sección nueva en esta colección de despropósitos que es mi blog para organizarla un poco, que ya toca, pero como dicen al final de Conan, eso es otra historia.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

2 Opinaciones:

Blogger Didacsoy dijo...

Negativo, negativo, no. Preocupao quizás... reflexivo, seguro.

Como ya mencioné, la paradoja me preocupa sólo a nivel teórico. En el aspecto práctico no me corto un pelo: el hecho de ser una diva ayuda bastante ;)

De todas maneras, casi todos los días, al menos durante un ratito, me siento como King Kong: peludo, ruidoso, poderoso, pero terriblemente incomprendido. Ah, y las mujeres me gustan casi tanto como a él!

5:59 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Una conclusión un poco.... horrorosa y maléfica.

¿Y no sería mejor dedicarse a conocerse uno mismo (tu genética) y a mejorar uno mismo (aptitudes culturales y retos) valorando las aptitudes de los demas aprendiendo de ellas y evitando cualquier tipo de comparación?

Compararte con otra persona es de las cosas mas absurdas que se pueden hacer, sería como comparar un zapato con una piedra jajajaja ABSURDO, todos somos totalmente distintos, fundamentalmente por el numero de variables que nos han hecho ser como somos, que si mi genética (que es distinta de la de mi hermano/a), que si he estado en este cole, con este compañero/a, que si este me dijo no se que en un determinado momento en el que estaba mas manipulable etc etc..... cada circustancia vivida nos amoldada como personas asi que compararnos los unos a los otros es un tanto absurdo, lo bonito es hacer como los atletas que se comparan consigo mismos e intentan mejorar sus marcas dia a dia !!es esa la verdadera competición¡¡ los demás te pueden siempre ayudar puesto que hay gente con aptitudes mejores y pueden enseñarte a como ganarte a ti mismo pero compararse con los demás y alegrarse del mal ajeno es un camino malo, un camino oscuro pequeños padawans un camino oscurooooo....

un saludo José Enrique.

11:27 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home