28 abril 2005

Asqueado

Parece que hoy ha sido un día flojo para todos menos para Kw. Me alegro de que el concierto de Pepino haya ido bien, pero es una pena que la (des)organización les obligara a terminar antes de tiempo. Yo me habría alzado en armas (aceitunas, palillos y cerveza) contra ellos.

Hoy no escribiré mucho más porque ha sido un mal día y no estoy con ánimos, pero estad atentos al post de mañana que promete: se me ha ocurrido hacer una cosa que os va a sorprender. A ver si me divierto un poco mañana.

Como sé que una Heliotagórica leerá esto mañana, sólo desearle que tenga un buen día, que los malos sólo vienen de uno en uno y de tanto en tanto, y sólo para recordarnos lo buenos que son los días buenos.

Hala, me voy a dormir. Buenas noches y Saludos Peludos,


Diego.

25 abril 2005

Here I Go Again

Antes de que se me olvide, creo que he sido víctima de un malentendido muy gratificante. Dejad que me explique: hace un par de días, comprobando el contador de visitas del blog (sí, qué pasa? soy una diva!!!!!) Me encontré con que había tenido un par de visitas del extranjero: USA y Paises Bajos. Pensé que sería algún guiri despistao, porque que yo sepa, no conzco a nadie allá. Cuál no sería mi sorpresa al descubrir al día siguiente que tenía más de media docena de visitas estadounidenses además de australianas, canadienses y alguna de Portugal, Rusia o Singapur. Ofrezco un gallifante de recompensa para el que pueda explicarme este misterio misterioso, que a mí ya se me ha secao el celebro cerebro de darle vueltas al asunto.

Ayer estuve jugueteando con una especie de programita en flash que te permite hacer tu propio personaje de South Park o averiguar el aspecto que tendrías si fueras uno. Después de toquetearlo un rato, me hice una imagen de mí mismo, pero lamentablemente, no encontré un cuerpo gordo que me molara, así que aquí estoy con un aspecto un poco más estilizado:

Se parece bastante a la pinta que tenía cuando trabajaba con niños, aunque aquellos eran más pequeños (y alguno incluso más hijoputa). ¡Qué tiempos aquellos!

Aquí os dejo el link al jueguito, por si lo queréis probar.

Cambiando de tema, la verdad es que este mundo me asusta cada vez más. Mirad a qué se dedica la policía de Florida cuando hay algún padre/madre/maestro/maestra incompetente: están locos estos romanos. Lamentablemente, está en inglés, pero supongo que podréis leerlo sin más problemas. El vídeo (en la misma página) es preocupante, por decirlo de manera suave. Supongo que si hubiera sido mi hija, ya me habría encargado yo de darle un "azote preventivo" como diría el tito Bush (el amigo de los niños); aunque en caso de que se me hubiera pasado y el incidente fuera inevitable, un buen "sopapo correctivo" a los agentes de policía se me antojaría más apropiado, ya que la niña no hace más que repetir lo que le han enseñado, pero los agentes del orden deberían de tener un poco más de coneiximent. Para los que no sepais inglés, os diré que al final, la madre ha sido más civilizada de lo que lo hubiera sido yo y ha demandado al departamento de policía de Florida al completo, para sacarles hasta el dinero de los doughnuts. ¡Igual será verdad que el dinero también educa!

Voy a hacer otro quiebro literario y a volver a cambiar de tema sin que os deis cuenta. He leido en el blog de mi amiguete Jere que hacer las cosas a su tiempo es la mar de fácil. Tengo que discrepar: si fuera tan fácil, habría un montón de personas haciéndolo y este país se parecería más a Alemania que a Fraggle Rock. De hecho, si alguien es capaz de enseñarme a hacer las cosas con tiempo, estaré más que encantado de pagarle el favor... en carnes, por supuesto. Esto no quiere decir que no esté de acuerdo con Jere, es sólo que llevado a la práctica (a la mía, por lo menos) resulta tan sostenible como el Comunismo, el vídeo Beta o la Neo Geo.

Niños, niñas (sí, también las hay), seguro que se me quedan algunas cosas en el tintero, como siempre. Sin embargo, ya es hora de despedirnos por hoy. Os dejo con la canción que da título a este post, que me gusta bastante mucho. Es de Whitesnake, del disco "Saints and Sinners" de 1982. Una curiosidad: en la letra original, en vez de "drifter" dice "hobo" (coloquial, vagabundo), pero la productora le obligó a cambiarlo (en la edición de 1987 - Whitesnake) porque podría confundirse con "homo". Si es que hasta el heavy se americaniza... ¡dónde vamos a llegar!

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

23 abril 2005

¿Qué quieres ser de mayor?

Anoche estuve en un friki-concierto. Resulta que me enteré ese mismo día de que venía a Alicante Carlitos, con su espectáculo Canciones Frikis. Pasaos por su página y descargaos el vídeo del "Baile de la Ducha"; ¡Impagable! Cuando llegué a casa, mis manos se vieron inexorablemente atraídas hacia mi guitarra: tenía que tocar los riffs de algunas de las canciones que había visto y ver si me acordaba de los acordes de otras. Eso me tuvo en trance hasta la hora de acostarse, así que por eso no escribí anoche y estoy escribiendo ahora desde el trabajo, que para eso me pagan. En el concierto nos lo pasamos de miedo, pero a mí me impactó de manera diferente al resto del público, y ahora veréis por qué.

No es ningún secreto (aunque sí es algo reprimido y enterrado) que mi sueño frustrado (sí, tan joven y ya tengo de eso, varios además) es ser estrella del rock. Bueno, del rock exactamente no sé si será, porque no tengo carisma bastante, pero el rollo cantautor sí que me pega más. Por supuesto, como con todo lo que me propongo, surgen problemas. Yo no quería dedicarme a eso en serio hasta haber terminado mis estudios, en la creencia de que si lo de cantautor no salía del todo bien (cosa más que probable, vsito mi éxito en empresas previas) siempre tendría mi título universitario para buscar la realización y el pan trabajando como el resto de mortales. El hecho de que mi carrera académica no tire ni cara al viento debería de darme alguna pista, pero si hay algo que soy más que desgraciao es cabezón. No pienso rendirme sin tener un título universitario, pero a este paso, podría muy bien terminar en el 2015.

Luego vienen las pegas "técnicas": ni mi voz suena tan bien en el escenario como en la ducha (me estoy planteando si el gel que uso no será audiotrópico o algo) ni practico tanto como debería con la guitarra. El equipo es otro problema: tendría que comprar algunos cacharros indispensables para las actuaciones en directo, pero ahora no está el horno para bollos, ni el bolsillo para esos gastos. En la última "actuación" que hice, casi me tiran botellas de cerveza y cafés calientes, porque como el sonido era una mierda, tenía que chillar mucho para que me oyeran y me quedé sin voz a mitad de bolo. Me alegro de que Klaus Meine no estuviera allí (como si alguna vez fuera a tener ese problema! soñar es gratis :P) para ver cómo asesinamos, mutilamos y rematamos "Still loving you".

Supongo que la mayoría de estas dificultades podría superarse con un poco más de decisión por mi parte y un mucho más de trabajo por parte de mis dedos y garganta, pero ya me conocéis: además de cabezota y desgraciado soy un cobarde. Para muestra un botón: en este momento, me dispongo a enunciar, en absoluta primicia, la ley de Murphy-Didacsoy:
"Si hay alguna posibilidad de que algo me haga feliz, lo intentaré irremediablemente con la mitad de energía que requeriría que fuera un éxito".
Por supuesto, el contrario también es verdad:
"Si hay algo que me haga soberanamente infeliz, lo intentaré con el doble de ánimos y tenacidad de los que serían necesarios para arruinarme la vida."


Así las cosas, de momento sigo esperando mi momento. No descartéis que un día de estos me dé el arrebato y me vea atrapado en el torbellino de actividad (siempre había querido escribir esa frase!) propio de los de mi especie y que me sobreviene una vez cada siglo -el de este milenio aún no me ha venido-. Si esto pasa, acabaré la carrera a la velocidad del rayo y me lanzaré a la carretera sin pensarlo, pero hasta entonces, mi existencia sobrevive lamentándose y vagando por los rincones.

Por todo esto, espero que entendáis por qué ver a Carlitos en el escenario haciendo el mono, pasándoselo pipa y entreteniendo a varias docenas de desconocidos me alegra la vida tanto como me llena de amargura y de tristeza. Supongo que no será tan malo si puedo llegar a casa y estar hasta las 6 de la mañana arrancando aullidos a mi guitarra, y podría ser peor: podría ser lolailo.

Hacer balance de mi vida siempre me entristece, pero también es verdad que me obligo a ser positivo, a pensar que aún me queda mucho tiempo y a intentarlo con ganas renovadas. El optimismo es una de las cosas intrínsecamente buenas que quedan en este mundo, no? Así, con el ánimo elevado aunque consciente de mis errores pasados y del trabajo que aún me queda por delante, me despido por hoy.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

22 abril 2005

Título. Tema. Cabecera. Elegid uno que os guste.

¿Os acordáis del amiguete Murphy del otro día? Pues como hoy me dolía la cabeza y quería un post rápido y sin complicaciones (mira, como alguna de mis ex!) ahora están de mantenimiento los de Blogger.com y no puedo colgar esto. Cuando lo leáis será "en diftérico", vamos, no en directo, así que ya sabéis, más vale post en lata que Dieguito vagueando.

A ver, ¿qué ha pasado hoy? pues que he tenido una tarde de perros en el trabajo, que he estado con cefalea desde que me he subido a la moto para ir a trabajar (para el que no lo sepa, cefalea es otra manera de decir que te duele la cabeza hasta convertirse en una hinchazón de narices, en el momento en el que empieza a ser una mosca detrás de la oreja y que más tarde ya es una tocada de cojones en toda regla). Al final, a las doce y media, después de cenar (un raaaaato laaaargo después) he encontrado una aspirina haciendo arqueología en el cajón de las medicinas de mi casa. Los cajones y armarios de mi casa son como universos paralelos multidimensionales, pero de eso mejor hablamos otro día. Como decía, para que la aspirina no me hiciera daño, me he visto obligado a cenar... otra vez. ¡Qué duro es esto de cuidar la salud!

Otra cosa que recordaremos (o no) de hoy es que parece que los gays y lesbianas ya se van a poder casar. Me alegro por ellos, la verdad es que ya era hora de que hubiera más platos en el menú legal de este país. Lo que no tengo yo tan claro es si de verdad les ha merecido la pena, porque según los papeles, más de la mitad de matrimonios de este país acaban malamente, y deseando no haberse casado nunca. Con la nueva era del matrimonio, a los nuevos cónyuges se les abren las infinitas posibilidades de las deudas compartidas, el régimen de gananciales, las parientas, los rodríguez, los butaneros y las fontaneras, los abusos de los bancos y todas esas cosas tan agradables que se asocian tradicionalmente con el matrimonio en esta cultura nuestra de fútbol, Pantojas y palillos entre los dientes. Igual luego se arrepienten, pero de momento estamos en el camino del progreso y no seré yo quien se le oponga.

Navegando por una de las comunidades virtuales que frecuento, Spymac, me he encontrado con un post genial. La comunidad es de aficionados a los Macs (ordenadores de verdad, y no de juguete como piensan algunos) y por extensión a los iPods. Siendo una comunidad de personas bastante inquietas, era de esperar que comentaran algo sobre el nuevo Papa, pero lo de este thread es tronchante: ¿Qué lleva el Papa en el iPod? Si es que algunos tienen demasiado tiempo libre.

Seguro que tenía que escribir más cosas hoy, pero ahora mismo no me acuerdo. Además, visto que no he abandonado el blog después de una semana de empezarlo, igual me veo escribiendo con cierta periodicidad, con lo cual no estaría de más guardarse algún tema de esos recurrentes para emergencias creativas. Iba a despedirme, pero escribiendo estas últimas líneas, estoy oyendo la tele del salón, al otro lado de la pared. Mi hermano se está tragando los anuncios de la teletienda y yo estoy luchando contra la tentación de cruzar la puerta de mi habitación y quedarme embobao ante la pantalla que muestra esos pequeños milagros. ¿Os habéis fijado en lo fuerte que es el efecto hipnótico de lo cutre cuando lo anuncian personas de cuerpos imposibles, chefs de cinturas más grandes que su nivel de colesterol y viejecitas con cara de haber estado haciendo calceta toda su vida? Confesad que nunca habéis visto esos anuncios hasta que se empezaban a repetir y obtendréis mi admiración más sincera (y probablemente un certificado de deportación de este país de intelectuales). Mi hermano al final se ha quedado sopa... ya decía yo que aguantaba demasiado y va a ser que yo me voy a seguir su ejemplo.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

20 abril 2005

De lo que se es, de lo que se quiere, de lo que no se tiene.

Dejemos las crónicas para los periodistas y paguemos nuestras deudas. <--- Joé, parece una canción de los Héroes del Silencio.

Hace un par de días lei en el blog de una amiga mía (muy querida por cierto) un maravilloso post sobre las diferencias y similitudes entre hombres y mujeres. Entonces le prometí que escribiría algo al respecto y creo que es hora de hacerlo.

Este es un tema peliagudo, porque quien más y quien menos es parte interesada (menos un profesor que tuve y que era demasiado joven para plantearse si era tipa o tipo, aunque la mayoría de los que lo conocimos pensamos que es piedrofílico).

En este mundo de locos, algunos se empeñan en decir que hombres y mujeres son iguales. No lo somos. Esta es la verdad, aunque ello no significa que no podamos tener los mismos derechos y deberes. De hecho, esa es la grandeza del sistema: las diferencias no nos discriminan, las usamos para enriquecer nuestras vidas y experiencias. Por supuesto, este sistema aún está muy lejos de funcionar, pero estamos en ello y supongo que eso es una buena señal.

Independientemente de mis creencias sociopolíticas, las mujeres me fascinan. De hecho, el que hayan sido durante tanto tiempo el sexo oprimido (nótese que no he usado la expresión "sexo débil", jamás se me ocurriría faltar a la verdad de manera tan descarada) no sólo me asombra, además me parece profundamente injusto, me cabrea. En mi modesta opinión, son mejores que los hombres en casi todo. Que conste que todo lo que hay escrito en esta página no es otra cosa que mi opinión personal y por consiguiente subjetiva.

Las mujeres me encantan. Me vuelven loco, casi todas. En toda mi vida apenas he conocido un puñado de mujeres a las que no les haya encontrado al menos una característica absolutamente arrebatadora. Aunque generalizar está bastante feo, parece que la mayoría de mujeres vienen con algunos dones maravillosos "de serie". Por ejemplo, la mayoría huelen bien. No me refiero a que se pongan perfumes o a que la mayor parte del tiempo estén más limpias que los platos en los que suelo comer, si no que tienen un aroma peculiar, algo que puede volverte loco incluso antes de cruzar una palabra con ellas. Podría pasarme horas y horas hablando de la parte física de mi atracción por ellas (y supongo que algún día de estos lo haré) pero he llegado a valorarlas más por esas cosas que son sólo de ellas, que los demás no podemos disfrutar a menos que ellas nos dejen verlas y que las hacen tan distintas a nosotros. Una de esas cosas es la percepción tan distinta que tienen del mundo. No quiero decir distorsionada, quiero decir que se fijan en cosas diferentes, un ejemplo: cuando he tenido alguna riña con alguna de mis parejas, siempre ha sido mi objetivo llevar razón, incluso aún siendo cruel, si lo que iba a decir era verdad y me ayudaba a demostrar mi postura, lo soltaba. Ellas siempre, siempre han reflexionado primero sobre el impacto que sus palabras iban a tener en mí antes de abrir la boca, y me consta que más de una vez me han ahorrado dolor innecesario escogiendo con cuidado sus argumentos. Para mí, lo importante era ganar, para ellas, lo importante era la vida que seguiría a esa discusión. Si tenían que recibir, recibían, pero lo preferían a hacerme daño rebajándose a mi nivel. Quiero decir, que la que más y la que menos posee una inteligencia para estos temas (o como se la llama más a menudo, instinto femenino) que no la hace más lista, pero sí más sabia, y a la larga, menos infeliz.

Eso último nos lleva a otra de las grandes virtudes de estos seres fascinantes: la capacidad de sacrificio. Todos los que hayan conocido a una buena madre saben de qué hablo, y para los que no la hayan conocido las palabras sobran. La voluntad, la atención a los detalles y esa fortaleza de carácter que no se sabe de dónde sacan son otros de los rasgos que hacen de ellas individuos excepcionales. Lo paradójico del tema, es que la mayor parte de las veces ellas no son conscientes de todo esto, y algunas de estas cualidades sólo salen a la luz tras haber sufrido mucho o haber sido tratadas con gran dulzura. Lamentablemente, en este tiempo nuestro, es más común lo primero que lo segundo.

Personalmente, procuro tratar a las mujeres de manera especial. No porque crea que les hace falta, si no porque simplemente me fascinan. Son preciosas, en muchos aspectos, y como maravillas que son me gusta admirarlas y cuidarlas en la medida que esté en mi mano. Imaginaros un mundo sin colores, una vida sin música. Intentad visualizar un universo sin cosas mágicas como los idiomas, la televisión o los gatitos. Ahora pensad que de todas esas creaciones asombrosas, las personas somos las más complejas y maravillosas, y que de entre todas ellas, las mujeres son las más sabias y misteriosas. Imaginad que desaparecieran... ¡qué triste! La buena noticia es que están por todas partes, y sólo hay que salir a la calle para compartir el mismo aire que ellas, disfrutar de su compañía y, con un poco de suerte, que se interesen por lo que haces o piensas.

En todo esto hay algo que es para mí un misterio, una suerte y una tragedia a la vez, como el Kinder Sorpresa. Me refiero a la atracción que sienten por nosotros. Por supuesto y como dice la sabiduría popular, en todos lados cuecen habas, y de todo hay en la viña del Señor (creo que se refiere al señor Polanco, que debe de tener las viñas más grandes con la cantidad de cosas que controla), pero conociéndome como me conozco, y sabiendo lo estupendas que son ellas, para mí es asombroso que se empeñen en compartir ese universo interior tan rico que tienen con un hombre. Me sorprende que no puedan evitarlo, y me deja perplejo que algunas lo deseen con todas sus fuerzas. Esa es la parte del misterio. La parte de la suerte, es por supuesto que soy un hombre. Si fuera una planta, un enchufe o un capítulo viejo de "Los Vigilantes de la Playa" estoy seguro de que no podría aspirar a que alguna vez alguna mujer quisiera que formara parte de su vida más que otra cosa, pero estoy seguro de que así es (y aunque todavía no la haya encontrado -toma publicidad subliminal!- la sigo buscando, porque tiene que estar por ahí, en alguna parte). Esta misma suerte encierra mi tragedia: me siento especialmente atraído por las mujeres que son inteligentes y emocionalmente sabias, con lo cual al cabo de poco tiempo se dan cuenta de que no las convengo y que salgan de mi vida es algo tan inevitable como doloroso. Sí, señores y señoras, es como la polilla y la llama: cuando esto pasa sufro sin medida, pero no puedo evitar querer acercarme a ellas. Qué se le va a hacer, hay destinos peores: podría haber sido profesor de filosofía.

Joder, qué a gusto me he quedado. Hace tiempo que quería escribir estas cosas. Aunque no tenga el estilo con el que me hubiera gustado dirigirme a vosotros y me he dejado muchas cosas en el tintero, estos son algunos de mis pensamientos sobre uno de mis temas favoritos: las personas y en especial, las muejers. Espero que aunque no los compartáis, no me crucifiquéis por ellos, que yo sólo intento aclararme en estos días, y al que no le guste, con cerrar la página tiene suficiente.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

19 abril 2005

Una ovejita, dos ovejitas, tres ovejitas... la puta alarma.

Antes de nada, pediré disculpas por haber tardado tanto. La culpa la tienen unas fotos que hice el sábado y que no puedo sacar del móvil (vale, tampoco es que lo haya intentado con demasiada convicción... voy a tener que volver a usar el viejo método de la coación electrónica). Aún así, como ya eran muchos días sin escribir y para celebrar que hemos atravesado con éxito la barrera de las 50 visitas -aunque hay trampa en esto... como la mitad son mías entre las que he hecho para escribir y las que he hice para comprobar los cambios en el código del layout-, decidí que ya pondría las fotos otro día. Así que aquí estoy, para todos vosotros... mi grandioso público de 3 personas y una conciencia! Primero os pondré al día y luego ya derretiré neuronas:


He pasado un fin de semana estupendo. Aunque he estado trabajando y me he privado bastante del gran placer que es el sueño, hacía muchas lunas que no me divertía tanto. El viernes se pasó a verme por el trabajo mi amigo Javi y como ya os conté, nos reímos mucho esa tarde, después cenita de las poco sanas y hablando hasta las tantas... llegué a mi casa, acabé el libro que estaba leyendo sobre vampiros e inmediatamente me encendí otro. Creo que tengo un problema, ¡soy adicto a la vampirina! Vamos, que sólo me faltó dormir boca abajo colgado del flexo, porque me acosté a las 5 de la mañana. Eso no sería problema si no hubiera puesto la alarma del móvil a las 9. Para poder seguir con mi fin de semana a tutiplén, le cambié el turno en el trabajo a mi compi Jose, así que tenía que abrir el ciber a las 10. Contando con la ducha de rigor, el homenaje en forma de desayuno y el paseo en moto hasta allí, decidí poner la alarma del móvi a esa hora, a las 9. Craso error, porque...


Sábado: suena la alarma del móvil, sí la del párrafo anterior, y lo cojo. Lo miro con cara de alelao y pienso: "Sí, son las nueve... pero estoy seguro de que algo va mal, que la estoy cagando y no sé por qué." De repente me di cuenta: "¡La señora de la limpieza!" Como el sábado era uno de los días de la semana en los que venía, había que abrir el ciber a las 9 y no a las 10. Así, como si fuera un Arturo Fernández cualquiera, iba yo por mi casa abrochándome el pantalón y diciendo "Joder, joder, joder... chatín, chatín, chatín... joder, joder, ¡JODER!". Así, sin civilizar, a medio vestir, sin desayunar y con legañas en los ojos, salté a la moto y me fui a trabajar echando leches. Lo que más me jodía era no haberme podido duchar, porque iba a ir zombie todo el día. El asunto de las legañas no me preocupaba, porque como de todas maneras el sol me deslumbra a esas horas de la mañana, ya estoy acostumbrado a conducir de memoria y a intuir los peligros con mi sentido arácnido-estúpido. Llegué a trabajar y me disculpé con la señora de la limpieza que se tomó muy bien los 20 minutos de plantón y ni siquiera me dejó invitarla a un café que iban a pagar mis jefes. Pasé la mañana medio apollardao y dando cabezadas, como era de esperar y a eso de las 3, me fui a una barbacoa en honor de Álvaro, que fue su cumpleaños la semana pasada

FELICIDADES, COLEGUITA!!!



Pues eso, que la barbacoa estuvo llena de carne y amor, y no porque jugáramos esta vez al Tabú (el Twister también habría estado bien), si no porque nos lo pasamos de miedo y como siempre, ocurrieron cosas extrañísimas: los árboles del barrio tenían injertos de frutas muy raras, ET vino a visitarnos reencarnado en varias partes, oímos el canto de apareamiento del conductor impaciente (se ve que estaba en celo) y presenciamos la carga de la Vaquiria que se ve que no estaba en celo si no comiéndose el postre, con la consiguiente pérdida de consciencia del entorno y de habilidades motoras. Había prueba documental de todas estas maravillas, pero mi puto móvil no ha querido cooperar. Casi mejor, porque estaba pensando en cambiarlo, y como está en garantía, voy a ver si me hacen el apaño.

Justo cuando nuestros ejércitos oscuros (los que compartíamos Yor y yo) estaban a punto de hacerse con el control de Mordor y asolar la Tierra Media con una ferocidad como no se había visto antes, salta la puta alarma del móvil (sí, otra vez) y me tengo que volver al trabajo (sí, otra vez). Esto también formaba parte de mi pacto diabólico para "librarme" del turno de tarde, tendría que estar en el ciber de 8 a 10. Con todo el dolor de mi corazón (y un poco del de mi tripa, que había comido mucho) me fui al ciber, otra vez a leer libros de vampiros, que para eso me pagan.

Justo al acabar mi turno, se presentó Rubén, un tipo majete al que había prometido arreglar el ordenador (Dios sabrá porqué) el día anterior, y al que había dejado más plantado el día anterior que a la señora de la limpieza. Por segunda vez en el día me deshice en disculpas y le dije que iría con él y no me marcharía hasta que su ordenador funcionara como la seda aunque tuviera que tirarme la noche sin dormir. La verdad es que no tenía ni puta gana, pero ya sabéis que el karma es como el Lehendakari: en cualquier momento se revuelve y muerde la mano que le da de comer. No es que la creencia en un infalible mecanismo regulador del universo domine mis actos (al menos cuando estoy consciente), pero encuentro que es un concepto útil y que me ayuda a no embrutecerme (más) por decirlo de alguna manera. Visto lo visto, le acompañé a su casa, me presentó a una amiga argentina que estaba de muy buen ver (y por lo que supuse de mejor catar) y nos fuimos los tres a sacarle las tripas al ordenador de marras. tardé como una horita y media, pero lo dejé impecable. Rubén me dio las gracias (varios pares de millones de veces) y me invitó a cenar: pizza y cocacola. ¡Qué bien, más comida sana! Tras lo cual, no se le ocurre otra cosa que sacar una guitarra. En ese momento lo vi claro: ese día iba a dormir menos que el anterior. Con respecto al resto de la noche, sólo diré que cuando llegué a casa, no se me habían quitado las ganas de tocar la guitarra ni de leer libros de vampiros; aún así sólo estuve despierto hasta que consideré prudente: las 5 y media de la mañana.

Domingo: suena la alarma del móvil y lo cojo: las 9. Lo miro con cara de alelao y pienso "Esto ya lo he hecho antes, ¿no?". Afortunadamente, enseguida empezó a entrarme una mala hostia considerable, casualmente del mismo tipo que me da el tener que ir a trabajar los domingos y demás festivos. Eso me dio una pista y entonces vi la luz: aunque no lo pareciera, era un día distinto de ayer y yo no era Bill Murray. Esta vez, me di una ducha doble y cuando pude pensar con claridad, hice lo que toda persona cuerda habría hecho: dos vasos de café con leche y ración doble de galletas. Luego me fui al trabajo (pero eso sólo lo hice una vez). Después de trabajar, me llama Jere y me dice que coma con él, pero como mi madre estaba sola y la comida ya estaba hecha, le digo que iré cuando acabe.

Cuando cogí la moto hacía un viento del carajo (en casa de Jere, de dos carajos). Resulta que se había quedado con el Risk del día anterior y nos dispusimos a echar unas partiditas. Entre cabezada y cabezada, y torrija y torrija (ya os imagináis quién cabeceaba y quién era el que torrijeaba, ¿no?) estuvimos varias horas desafiando las leyes de la probabilidad. Sólo para demostrar que Jere y yo somos señores de ciencia, el amiguete Murphy (es un graaaaaaan conocido mio, ya os iréis dando cuenta) nos hizo una visita y para cuando acabamos de jugar, estábamos dispuestos a decir que la Tierra es plana (y con forma de posavasos) y que Pi es 3 exactamente si nos hubieran dado a elegir entre eso o tirar otro dado.

Me vuelví para casa y por una vez aparqué la moto en su sitio (en el garaje). La tontería de haber cumplido con mi deber cívico y no haber dejado la moto aparcada en la acera justo enfrente de mi casa -para ahorrarme los paseos al garaje- me hizo sentir tan bien, que me fui directamente a la cama (esta vez no hubo libro de vampiros) y dormí como un bendito.

Las historias del lunes las dejo para el próximo post.

Se supone que ahora iba a seguir escribiendo sobre un par de cosas más (opiniones y eso), pero no es tan urgente como para que no os permita descansar. Además, llevo un día de retraso con mi libro de vampiros, voy a colgarme del flexo.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego.

16 abril 2005

Go Go Go!

Hoy toca crónica en vez de desvarío:

Cuando he llegado a trabajar, mi compañero y amiguete Jose, me ha dicho que Hilary, una amiga común, ya había vuelto de su viaje a Japón, así que ya tenía su nuevo tablero de go. Para el que no lo sepa, es un juego muy parecido a otro que se llama Reversi. A este último yo sí que he jugado (bastante) y me defiendo, pero mi error ha sido confundirlo siempre con el primero. Cuando Jose me dijo de echar una partidita, yo encantao, pero cuál no sería mi sorpresa al descubrir que había estado viviendo una mentira y que no tenía ni puñetera idea de las reglas. Nada, un ojo a Google-sama y un tutorial rápido... he tardado 15 minutos en aprender las reglas, 2 minutos en perder la partida y unas agónicas 2 horas en acabarla. Es un juego agobiante y sádico... ¡me encanta! Estoy entrenando con partidas online, y tengo el proyecto de hacer un tablerito de madera con las piedrecitas y todo.

Después de mi debut estelar en el mundo del go, y aún recogiendo las fichitas del tablero, ha pasado por el ciber mi amigo Javi. Nos hemos dedicado a gandulear por internet (¿qué otra cosa podíamos hacer?) y nos hemos encontrado un vídeo que cualquier persona que no haya estado en una cueva los últimos 15 años apreciará. Como estaba en un formato un poco tal, he tenido que hacer un apaño para los que tenemos un ordenador bonito. Aquí el vídeo.

Aún nos estábamos riendo a mandíbula batiente cuando nos ha dado por hacer uno de esos jueguecitos de Excel. Para el que no lo sepa, son unos juegos en los que te pasan un clip (generalmente de audio), una imagen o una frase y tú tienes que adivinar a dónde pertenece. En concreto, este va sobre series de tele de los 80 y 90. Oyes un trocito de la sintonía y luego tienes que escribir el nombre de la serie. ¡Madre mía, al final resulta que sí he desperdiciado mi vida viendo la tele! Al principio, los recuerdos estaban difusos, pero al cabo de un rato ya estábamos cantando las canciones enteras y recordando los personajes y nuestras infancias con ellos. Lo mejor, los rankings que te va poniendo el jueguecito conforme acumulas aciertos. Para el que quiera intentarlo, aquí.

Espera, esto último ha sido al revés... primero el jueguecito y luego el vídeo desternillante. Me he confundido porque después del vídeo sí que hemos hecho otro jueguecito de esos, pero no era tan bueno, así que no os digo cuál es. No he borrado y reescrito los párrafos anteriores porque es más cómodo escribir un parrafito como este, y además no he tenido corazón para destripar este post tan bonito que me ha quedado.

Esto de no desvariar es bastante cansado. Va a ser que me retiro por esta noche, que mañana me toca turno de mañana y digo yo que estaría bien no dar cabezadas delante de los clientes.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego

15 abril 2005

Aces High

Es inevitable y oficial: he vuelto al trabajo. La verdad es que no ha sido tan malo, he tenido una tarde tranquilita, y es de agradecer que el ciber aún siguiera en pie cuando he llegado esta tarde. No es que no me fie de mis compañeros, pero con este gafe que suelo tener, es muy extraño que el servidor no haya reventado la misma semana que me voy de vacaciones. Creo que el hijoputa está esperando a que vuelva para amargarme el "periodo de aterrizaje", pero por si acaso yo rezo todos los días a San Murphy para que pase de largo y no se me acerque demasiado.

He estado trasteando con el código de la página del blog. Esta gente de Blogger.com la verdad es que se hace querer, porque a partir de una plantilla predeterminada (que es harto cómodo, porque no tienes que pensar -últimamente, esto se está convirtiendo en un argumento demoledor a favor de muchas cosas... mirad a Zapatero, si no lo creéis-) puedes introducirle (casi) todos los cambios que te vengan bien. Digo casi porque la información personal sigue saliendo en inglés, y me he dejado el carnet de hacker de bases de datos privadas en los otros pantalones, así que otro día será. Conseguir poner más secciones de las que tocan en el lateral, poner un contador y que no quede como un injerto, cambiar los títulos y rescatar las letras mayúsculas del side-bar me ha tenido ocupado la última media hora, pero lo he hecho para relajarme: hace un rato ha pundido el cánico en mi casa, porque nos habíamos quedado sin internete. Algunas páginas iban y otras no (los servidores de correo "serios" tampoco iban), y siguiendo con mi buena estrella, era necesario que la del blog fuera una de las que no iban. Probando probando, sólo he conseguido acceder a Google y a Hotmail (éste a ratos), así que me he mosqueado. He llamado a ONO por teléfono y me han tenido como 25 minutos oyendo la puta musiquita. Cada dos por tres, la voz enlatada de una tipa decía "Ono estará con usted en unos instantes", pero para mí que era disléxica y lo que quería decier era "estarán con usted en unos instantes o no". Resulta que al final era el router que le había dado por hacer cosas raras, y yo he tenido que hacer un pacto con el diablo manzanil para poder escribiros esta noche. Y fijaos qué horas se me han hecho.

Ahora va y me entra sueño... si es que no puede ser, uno es víctima de los tiempos en los que vive. Más de lo mismo, o de otra cosa, en otro momento cualesquiera.

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego


PD: El título de la entrada de hoy es el nombre de otra canción (esta vez subimos MUCHO el listón y le toca a Iron Maiden). No por nada en especial, es que llevo tarareándola todo el día y no me la saco de la cabeza. Joderos, a ver si se os pega a vosotros y a mí me deja en paz :P

13 abril 2005

5 minutos más para la cuenta atrás

Aunque sea de gusto cuestionable titular un blog con una frase de una canción de Mecano, la verdad es que es bastante descriptivo. Hoy es el último día de mis vacaciones, y la verdad es que me alegro. Estar de vacaciones (algunos pensaréis que estoy de vacaciones permanentes, pero no es lo mismo) cuando el resto del mundo se ocupa de sus cosas, es bastante deprimente. Afortunadamente, estoy de mejor humor que ayer, así que pasaremos a discutir alguna otra cosa insustancial que os haga reafirmaros en vuestra creencia de lo raro que soy.

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A lo que podría seguir algo como:

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Y para rematar, la rubia calenturienta me dijo:

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A lo que yo respondí:

"Claro, si es que lo que es, es y lo que no es, no es".


Buenas noches y Saludos Peludos, BIP BIP,

Diego

12 abril 2005

Sitting on the dock of the bay...

Hoy ha sido un día completamente improductivo. Y aunque parezca mentira, no me ha reportado ni la mitad de la satisfacción que solía producirme una jornada así. Supongo que será la edad... o quizá que por fín el cuerpo me pide algo de actividad y que mi mente se da cuenta de que la tele, las películas y los cómics no me harán feliz para siempre.



********** ¡¡¡GUARNIN GUARNIN GUARNIN GUARNIN!!! **********
********** ¡PENSAMIENTOS PERSONALES PROFUNDOS! **********

A veces (de hecho, muy a menudo) me pregunto de dónde me viene a mí este nihilismo anodino y autodestructivo. El devorar compulsivamente cada serie en antena, cada película que se estrena o cada libro que cae en mis manos me consume y me atrofia, pero no puedo dejar de hacerlo. Espero que no os haya pasado nunca, pero es como una adicción. De hecho, la sensación de dependencia y de entrega es idéntica y genuina. Soy incapaz de hacer un problema de matemáticas del que depende mi futuro, pero a cambio repito una y otra vez la "hazaña" de pasar 3 días prácticamente sin dormir viendo programas de televisión que ya he visto (algunos más de tres veces) y que no me interesan en absoluto.

Ante tamaña incongruencia, por supuesto a uno le da por pensar -en mis horas bajas he llegado a pensar que este mismo análisis no era más que otra forma de distracción improductiva inútil- y hasta he desarrollado una teoría: mi objetivo en esta vida es ser lo más feliz posible. Hasta ahora, todo correcto, diréis. Pues no. La combinación de las palabas "Didacsoy + lo más posible" es una mezcla explosiva, como habréis comprobado aquellos más cercanos a mí. Creo que tengo un problema de falta de frenos. La cosa se complica, porque cuando intento aprovechar mi "ocio" para sacarle partido y hacer algo con mi vida, pierdo interés, porque ya ha pasado a ser algo productivo, saliendo de la categoría de "cosas que me hacen feliz". Funciona así:

Hago lo que se supone que hace la gente que disfruta, aunque eso no me haga disfrutar en absoluto. ¿Por qué? Esa es la parte interesante de mi teoría: soy más corto que las mangas de un chaleco y más borrego que los bakalas de mi pueblo. ¿Que ver la televisión relaja y entretiene?, pues yo, la veo seis días seguidos. ¿Que leer culturiza y educa? pues yo, a leer cantidades ingentes de libros, eso sí, que no sirvan para nada. ¿Que la comida es un placer? pues yo, a comer hasta sin hambre y con empacho... espero que cojáis la idea. Según mi teoría, si la creencia establecida fuera que uno es feliz cuando se guarda chinchetas en los ojos, probablemente yo sería fakir, pero como lo haría para ser feliz, tampoco me lo tomaría en serio y sería un medio-fakir fracasado a tiempo completo. ¿Comprendéis el dilema?

Cuando paso días como el de hoy y me siento así de intoxicado por la vagancia, pienso que el final del túnel está cerca, porque cada vez es más bajo mi nivel de tolerancia hacia la ociosidad propia. Espero hacerme mayor pronto, porque eso de ser un nene que no hace más que jugar a ser feliz todo el día me está destrozando.

*** ¡¡¡CERO PARANOIAS CERO PARANOIAS CERO PARANOIAS!!! ***
*** ¡¡¡ENDOF GUARNIN ENDOF GUARNIN ENDOF GUARNIN!!! ***



Quizá otro día siga con estas divagaciones y más razonamientos autoenvolventes de autopercepción distorsionada. De momento me conformo con haber esquivado los fantasmas de la inactividad el tiempo suficiente para salpicaros con estas líneas. Estamos en la brecha y eso es lo que cuenta, ¿no?

Buenas noches y Saludos Peludos,

Diego

11 abril 2005

Qué puto el mundo que nunca se para!

Ahora estoy de "vacaciones". Y digo "vacaciones" porque no estoy haciendo nada de lo que quería hacer en vacacines, pero a cambio hago cosas que no planifiqué y no obstante me han distraído y divertido bastante más que las que tenía pensadas. Supongo que ese es el objetivo de unas vacaciones, así que me quejaré poco, que estoy de buen humor. Una de esas cosas fue ir a comer sushi ayer con mis amiguetes. En el restaurante no se portaron muy allá (se confundieron con los platos, tardaron años en servir a algunos de nosotros, cobraron de más...) pero un barquito de plástico hueco lleno de sushi es un buen barquito de plástico hueco lleno de sushi, y a mí se me pasaron todos los disgustos en cuanto le metí mano al atún con un poco de wasabi de más :D Así soy yo, fácil de contentar y feliz cuando como cosas ricas.

Más tarde, casi al final del día, ocurrió algo que me hizo pensar en lo estúpidos que son los nombres que les ponemos a algunas cosas. Ornitorrinco es uno de ellos, pero no vamos a hablar del sentido del humor de Dios, ¿verdad? Otro es cajas de ahorros... que la mayor parte de las veces deberían llamarse "agujeros negros de ahorros" o "menguadores de ahorros"; al menos yo nunca ví la caja, ni mucho menos los ahorros. La lista sigue con cosas como sacaojos (ya me contarás porqué se usa un arma potencialmente mortífera contra las patatas), bífidus (que nadie sabe qué son, de qué planeta vienen o peor, qué comen), o imperdibles (si nunca encuentras uno cuando te hace falta -como yo- es que no sabes donde están, porque perderse, no se han perdido, seguro). Todo esto viene porque al hecho de tirar tres veces seguidas todos los bolos de la bolera se le llama hacer un Pavo. Así que mi amigo Javi es un pavo y mi amigo Jere es un semi-pavo, porque estuvo a puntito a puntito. El papá de Yor no es un pavo porque no tenía el día fino y porque pagó los bolos, cosa que le agradecemos mucho, mucho, que lo pasamos muy bien. Anécdota completa.

Además de todo lo anterior, cuando esta mañana ha sonado el despertador a las 7, he pensado "Menos mal que aún sigo de vacaciones... pero qué puto el mundo que nunca se para!" Inmediatamente, como en un acto reflejo, he decidido que estar de vacaciones era mucho mejor que subirse al puto mundo que nunca se para y he desconectado la alarma.

Saludos peludos,

Diego

10 abril 2005

Venga, vaaaaa... yo también.

Hola a tod@s! Resulta que no me pienso presentar, porque los que lean esto, probablemente ya sabrán quién soy, y los que no lo sepan, probablemente no lleguen a saberlo nunca, así que qué más da.

Este no es el primer blog que escribo, pero como el de Spymac lo escribía en inglés y además lo tengo bastante descuidado, he decidido hacer borrón y blog nuevo, que empezar cositas siempre da ilusión y muy buen rollo.

Creo que aún me dura el cabreo que empezó el jueves pasado con cierta persona, aunque es posible que sea que necesito estar cabreado con algo en este momento... no lo sé, es una sensación extraña. De todas maneras espero que se me pase mañana, que me voy a comer sushi con mis amigos y luego a ver un concierto de rock. Lamento no estar más hablador esta noche, pero lo importante es que me he sentado y he aporreado las teclas un rato para tod@s vosotr@s. Es posible que este haya sido el primer post más insulso en la historia de los primeros posts, aunque el hecho de que haya dormido poco y me duela bastante la cabeza puede que tenga algo que ver.

Buenas noches y saludos peludos,

Diego.